
Allí, en la quebrada, junto al jardín de Rosalía, el agua pura del río, corriendo entre las piedras. Tranquilas a veces, otras rugiendo y creciendo.
Aguas frías y cristalinas, corriendo hacia Cruz Grande.
El camino hacia Cruz Chica, es un camino provincial interno pavimentado. A lo largo de unos pocos kilómetros se suceden antiguas mansiones señoriales rodeadas de frondosa vegetación. Algunas continúan habitadas, otras han sido convertidas en posadas, museos y otras están en venta. Estarás por siempre presente, en la mente de los que tantas veces te recorrimos.