Belleza esparcida por doquier, tranquilidad en su
máxima expresión, y la presencia de paisajes fascinantes le brindan una
cordial bienvenida al visitante que llega a este pequeño paraíso
terrenal, que ofrece todo lo que tiene sin pedir nada a cambio. La
presencia de las sierras va dibujando sobre el horizonte una línea
ondulada que parece nunca terminar, y que es acompañada por un sinfín de
verdes, durante la primavera, o el más puro blanco cuando el invierno
se empeña en cubrirla de nieve.
Ideal para elegirla en cualquier época del año, sus pintorescas casonas
sobre las laderas le brindan un espíritu peculiar capaz de hechizar a
sus admiradores. Hoteles y cabañas que se mimetizan con
esas imágenes mágicas abren sus puertas para asegurar una estadía
confortable y con todos los servicios que el turista requiere.
Y por supuesto que con este entorno los paseos al aire libre y las actividades que permitan el contacto directo con esta impactante naturaleza
estarán a la orden del día para no perderse ningún detalle de esta
región cordobesa que promete no defraudar a quienes la visiten.