Ofrece un microclima digno de un paisaje extraido de la Europa central. Pequeñas localidades nos acompañan en el trayecto siempre al norte, hacia el sol... Así aparecen San Esteban, Dolores y La exótica Capilla del Monte con el cerro Uritorco por guardián eterno. Entre esta bella ciudad y La Cumbre al sur podemos recorrer el Camino de Los Pintores, pequeño circuito que nos adentra en lo profundo de la cultura local, su gente y su obra. Más al norte se separan caminos que nos llevan a nuevos rumbos, San Marcos Sierras y sus pobladores nos aguardan para ofrecernos miel casera, Charbonier nos abre camino a la antiguas grutas de Ongamira
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