Desde este paraíso terrenal se pueden tomar la Ruta Nacional Nº 38 y
descubrir, tanto al norte como al sur, un sinfín de localidades que
expresan la más pura esencia del Valle de Punilla.
Emergiendo al oeste de las Sierras Chicas, este rinconcito atrapante invita a deleitarse con esas ondulaciones suaves que aparecen por doquier; el verde intenso de las grandes arboledas que bordean los caminos; muchos días de sol, para aprovechar siempre el contacto con la espléndida naturaleza; la tranquilidad en su máxima expresión y todos sus tesoros.
Casonas hermosas que se camuflan entre el follaje de los bosques; sitios que invitan a recorrer la historia local; arroyos que bajan de las cumbres y forman esas tintineantes cascadas con efecto hipnótico; son algunas de las sorpresas que Cruz Chica tiene preparadas para quienes se lanzan a descubrir su entorno con actividades para todo tipo de gustos.
Emergiendo al oeste de las Sierras Chicas, este rinconcito atrapante invita a deleitarse con esas ondulaciones suaves que aparecen por doquier; el verde intenso de las grandes arboledas que bordean los caminos; muchos días de sol, para aprovechar siempre el contacto con la espléndida naturaleza; la tranquilidad en su máxima expresión y todos sus tesoros.
Casonas hermosas que se camuflan entre el follaje de los bosques; sitios que invitan a recorrer la historia local; arroyos que bajan de las cumbres y forman esas tintineantes cascadas con efecto hipnótico; son algunas de las sorpresas que Cruz Chica tiene preparadas para quienes se lanzan a descubrir su entorno con actividades para todo tipo de gustos.
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